El sector de la construcción observa con preocupación la falta de mano de obra cualificada de cara al futuro, a pesar de las buenas previsiones que hay para los próximos años. Así lo alertan las empresas constructoras y asociaciones del sector como DOM3. Esta falta de personal amenaza directamente a la ejecución de los proyectos que se prevén levantar con la llegada de los fondos europeos que reconstruirán la economía española tras la pandemia, de los cuales aproximadamente la mitad irán destinados al sector del ladrillo.

Un problema que se acrecienta especialmente en el sector de las viviendas de alta gama. A pesar de la industrialización y la mejora tecnológica cada vez mayor en los procesos productivos relacionados con la construcción, el trabajo de profesionales cualificados es muy necesario para que se mantenga la máxima calidad en todas las líneas del proceso, desde las instalaciones técnicas hasta los últimos detalles decorativos. Un problema que ya se advirtió en el III Foro Estratégico DOM3 mediante la conferencia de María José Leguina, directora del Departamento Laboral de la Conferencia Nacional de la Construcción (CNC).

Según la patronal, serán necesarios 700.000 nuevos empleos en la construcción para poder llevar a cabo los proyectos relacionados con los 70.000 millones de los fondos europeos que llegarán en los próximos meses. En la actualidad, hay aproximadamente 1,3 millones de trabajadores, dato que contrasta con los 2,8 millones de la época de la burbuja, de los cuales la mayoría se marcharon para no volver. Recuperarlos es el reto al que se enfrenta el sector. Para ello, será necesaria la ayuda gubernamental a través de formación profesional.

“La vivienda de alta gama en la zona donde más prolifera, como la zona de Marbella, es una auténtica industria, sin embargo, los trabajadores no tienen una formación acorde a los proyectos que se realizan”, apunta la paisajista y presidenta de DOM3, Laura Pou. Es más, son las propias empresas “las que forman y preparan a sus trabajadores, con el incremento de esfuerzo y dinero que eso supone para el funcionamiento de las empresas”, añade Pou.

Este problema se suma a todos los sectores de la construcción: carpintería, instalaciones, fontanería… Así, el sector pretende de esta forma captar trabajadores procedentes de la hostelería y el turismo, dañados todavía por la pandemia. También, resultar atractivo para los jóvenes, que representan un porcentaje ínfimo en la actualidad. Además, la CNC incide en la falta de mujeres en el sector (solo un 8,2% de los trabajadores del ladrillo), a las que se pretende incorporar.

FUENTE: Construcción (CNC).